Es bastante frecuente que los profesionales sanitarios destaquen la importancia de realizar actividad física a sus pacientes. “Menos sillón y más caminar”, esta es una frase que podría escucharse en muchas consultas médicas como recomendación. Pero, más allá de ser un tópico, ¿cuáles son las verdaderas razones para recomendar la actividad física? ¿valen las mismas pautas para cualquier persona?
Al valorar los efectos positivos del ejercicio sobre la salud, cabe destacar:
1. Probablemente el efecto beneficioso más conocido es el cardiovascular. Existen gran cantidad de datos en los estudios científicos que confirman que la actividad física regular reduce el riesgo de mortalidad de origen cardiaco. Pero, además, disminuye la posibilidad de desarrollar un síndrome metabólico. Se denomina así a la existencia de un grupo de factores de riesgo de padecer problemas de salud como diabetes, obesidad, hipertensión o aumento del colesterol.
2. Realizar actividad física también tiene efectos sobre nuestro sistema inmunitario. De nuevo los estudios científicos han demostrado que realizar ejercicio permite mejorar las características de nuestro sistema inmune, por lo tanto, estar más preparados para enfrentarnos a las infecciones. Pero es importante ajustar la cantidad de actividad física que se realiza ya que, paradójicamente, un ejercicio mal realizado en cuanto a intensidad podría tener efectos perjudiciales para nuestra protección inmunológica.
el mejor medicamento